Las pinzas robóticas se hallan en pleno progreso creando opciones de agarre distintas. Como sucede en el caso de la pinza acústica de la investigación Schuck, la cual está siendo desarrollada en la Universidad de ETH Zurich. Por medio de ultrasonidos, dejara agarrar elementos sin tener que manipularlos.
El joven de 31 años Marcel Schuck es un investigador de la Universidad de ETH Zurich. En estos momentos se halla estudiando con el capital de ETH Pioneer Fellowship la creación de una pinza robótica mediante tecnología de ondas sonoras. La peculiaridad de este Gripper para robot es que permite atrapar elementos pequeños y frágiles sin la obligación de manejarlos.
El objetivo es poder proporcionar al sector de la Automatización Industrial nuevas posibilidades de manejo de objetos. Para ello se encuentran examinando los ámbitos posibles de utilización en la industria.
Se cree que servirá de gran utilidad para tocar objetos particularmente de gran valor que sean frágiles. Ciertas de las aplicaciones posibles serían en la industria de la relojería o en la realización de microchips.
En la actualidad, para no estropear los elementos, se emplean pinzas suaves convencionales semejantes al caucho. Son magníficas para tratar con objetos delicadas, pero tienen ciertas limitaciones de precisión en el posicionamiento además de ser contaminantes.
El proyecto se llama Schuck No-Touch Robotics y utiliza tecnología espacial. Esencialmente se basa en un efecto que se viene empleando desde hace más de 80 años. Son ondas de ultrasonido que producen un campo de presión totalmente invisible para los humanos.
Concretamente hay unos puntos de presión que se producen a causa de las ondas acústicas se sobreponen entre sí. Este movimiento produce que un elemento pueda mantenerse levitando en el aire.
Una de las ventajas que proporciona el sistema de sujeción por ultrasonidos es que puede sostener piezas con distintas geometrías sin que tengamos que modificar las pinzas de sujeción.
Marcel Schuck cree poder controlar la pinza electrónicamente por ultrasonido a través de un programa que maneje a su vez el brazo robótico. Para lograrlo, ha instalado varios altavoces de reducidas dimensiones en las 2 pinzas con aspecto de esfera personalizadas en una impresora 3D.